CENTRO Tampa
TAMPA - Francisco Díaz solo duró algunos días en Miami cuando, hace poco más de un año, llegó desde Venezuela para residir en Estados Unidos con su familia y su inseparable violín.
Tampa, le comentaron, es mejor. Díaz recordó que fue el mejor consejo que le pudieron dar.
“En Miami no había la energía positiva que yo buscaba”, sostuvo Díaz, reconocido violinista internacional. “Pero aquí en Tampa siento que todo es distinto. Me ha ido bastante bien y definitivamente hay más receptividad”.
Díaz, de 48 años de edad, tiene cinco título universitarios y más de 25 años de trayectoria como violinista, académico y director de programas nacionales e internacionales de música, entre otros. Con ese recorrido pudo haber elegido cualquier lugar del mundo para establecerse y dar rienda libre a los acordes de su violín y su apreciación por la música. Pero fueron la dinámica y la historia de Tampa los que finalmente lo endulzaron para quedarse a vivir por estas tierras.
Díaz dijo que tomó esta nueva etapa como un nuevo reto a seguir.
“Siempre es complicado moverse de un lado a otro, pero estoy seguro de que nos seguirá yendo bien para poder regalarle a esta ciudad y al condado de Hillsborough el programa musical que dirijo”.
Díaz se refiere al Sun State Orchestral Program, una organización sin fines de lucro que ofrece varios programas orquestales en el área de Tampa. Los programas están inspirados en El Sistema, un monumental proyecto orquestal y artístico que surgió a mediados de la década de los setentas en Venezuela y que, hasta el día de hoy, continúa pese a las dificultades internas que atraviesa el país sudamericano.
El Sistema es un esfuerzo académico y musical que alienta el desarrollo y la apreciación de la música en escuelas, instituciones y centros académicos. Es también un esfuerzo que ha abierto las puertas a la organización de festivales de violín, talleres de desarrollo profesional, clases magistrales, seminarios y conferencias en todo el mundo.
Díaz dijo que su proyecto personal es multiplicar la naturaleza de ese programa artístico que encabeza en Tampa para mejorar las habilidades y capacidades de los jóvenes. El ejemplo de vida de Díaz es un buen punto de partida.
Díaz ha recibido numerosos honores dentro y fuera de su país de origen. Pero muy pocos saben que tomó el violín por una casualidad, cuando su padre Rubén, ya fallecido y ex caricaturista de diarios, le pidió a un hermano suyo que estudiaba en Londres que le trajese un violín ‘para el pequeño Francisco’. Cuando ese violín llegó a las manos de Díaz, recordó que ese instrumento pasó a ser parte de su persona. Algo parecido a un alma gemela.
“Creo que hasta dormía con ese violín, quedé fascinado”, dijo Díaz. “Incluso cuando mis padres me trajeron de vacaciones a Disney, en el año 1977, me vine con mi violincito. No lo he soltado hasta el día de hoy”.
Díaz nació en Barquisimeto, estado de Lara, conocida como la Capital musical de Venezuela. Es un músico formado en el movimiento orquestal de jóvenes y niños, ampliamente conocido como ‘El Sistema’ bajo los ideales del maestro José Antonio Abreu (tocar y luchar). Estudió violín con el reconocido pedagogo José Francisco del Castillo, en el Conservatorio Simón Bolívar, en la Academia Latinoamericana de Violín y en la Escuela de Música ‘Reina Sofía’ de España con una beca de la Fundación Mozarteum de Venezuela. Díaz ha recibido orientación directa de músicos internacionales famosos, como Margaret Pardee, Albert Markov, Oliver Charlier y Agustin Dumay, entre otros. Tiene un doctorado en Ciencias de la Educación (Música) de la Universidad Fermín Toro de Barquisimeto, con un enfoque de investigación en la Acción Social a través de la Música. También obtuvo una Maestría en Violín de la Universidad Simón Bolívar, así como una licenciatura en Educación Musical y una Maestría en Educación Superior de la Universidad Experimental Libertador - Instituto Pedagógico de Barquisimeto.
Con todos esos logros académicos y la experiencia acumulada, la vida en Venezuela era cada vez más complicada. Díaz recordó, por ejemplo, que el último sueldo mensual que recibió como profesor universitario de música y violín no pasó de $8 dólares.
“Algunos colegas se han quedado en Venezuela porque tienen otras actividades internacionales que les permiten vivir, como hubiese podido hacerlo yo que doy clases en diferentes países, pero la cosa iba como por otro lado”, dijo Díaz. “Era el momento de irse. Y aquí estoy, pero más que un migrante me considero un refugiado”.
Otros dirían también que Díaz es un apasionado en nombre de la excelencia educativa-musical y de todo lo que aprendió con el Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela, movimiento musical y de acción social que abarca una dimensión ética y espiritual, artística y técnica.
“Quiero llevar este Sistema donde la orquesta se convierte en un medio de socialización y de autoestima, porque alguien que toma un instrumento es un rico a nivel espiritual”, indicó Díaz. “Lo digo porque la riqueza material deja de ser un objeto como tal en el ser humano para convertir a la riqueza espiritual en destino final de todas las cosas”.
Díaz, esposo y padre de tres hijos, agregó que El Sistema no busca solo colocar a un grupo de niños con violines en la mano o cualquier otro tipo de instrumento sin direccionar el sistema educativo.
“Es importante buscar mecanismos por medio de los cuales podamos transformar la existencia de los estudiantes. No significa que vayas a ser músico pero sí que puedes desarrollar la disciplina y una serie de herramientas y habilidades”, contó Díaz.
“En Tampa hay un gran caldo de cultivo para desarrollar este programa”, continuó Díaz. “Pienso que hay que formar una red de orquestas y un conjunto de relaciones para que todos tengan un beneficio tangible”.
En un video de la Academia Latinoamericana de Violín, Diaz expresó que a un joven se le debe dar “la oportunidad de poder elegir lo que puede ser su proyecto ético de vida”.
Para conocer más acerca del artista y maestro, visite Franciscodiazviolin.com