CENTRO Tampa
La bailarina y coreógrafa cubana Irene Rodríguez hizo su debut en Tampa interpretando una pieza flamenca en la gala de la competencia de ballet Youth American Grand Prix, que se llevó a cabo en el David A. Straz Jr. Center for Performing Arts en enero.
Era la primera vez que se invitaba a una bailaora de flamenco a actuar en la prestigiosa gala. Rodríguez recibió doble ovación de pie.
“Estoy muy emocionada y agradecida por la bienvenida de la audiencia del área de la Bahía de Tampa”, dijo.
Rodríguez se mudó a Tampa el año pasado con su madre. Ella dijo que el patrimonio cultural de la ciudad las atrajo.
“Tampa tiene una increíble conexión y herencia de España y también de la cultura cubana”, dijo. “Nos encanta ver cómo la ciudad está creciendo culturalmente y la gente, cómo apoyan las artes y aprecian la cultura que realmente desarrollo, esa es la cultura española”.
Rodríguez, de 38 años, enseña ballet en el Conservatorio Patel del Straz Center y flamenco en el Centro de Danza Brucie Klay.
Durante la competencia donde recibió la ovación de pie, Rodríguez coreografió una pieza de ballet español para los estudiantes del Conservatorio Patel. Obtuvo el primer lugar en la categoría de conjunto y Rodríguez recibió el premio a Coreógrafa Sobresaliente.
Los premios y el prestigio no son nada nuevo para Rodríguez. Además de tener su propia compañía de gira internacional en Cuba, Compañía Irene Rodríguez, con 400 alumnos, fue la bailarina principal de danza española y flamenco del Ballet Español de Cuba. Fue artista invitada, asesora coreográfica y profesora de ensayos del Ballet Nacional de Cuba.
Rodríguez ha sido directora del programa de danza flamenca y española del festival de danza Jacob’s Pillow en los Estados Unidos y directora artística del festival internacional La Huella de España (The Print of Spain) en Cuba.
Enseñó para la Juilliard School a través de Zoom durante la pandemia y recibió el encargo de crear piezas grabadas para LA Opera, el festival de danza Jacob’s Pillow y el Laguna Dance Festival.
Entre sus múltiples distinciones, en 2018 recibió la Orden “Isabel La Católica”, la más alta condecoración civil de España por “reconocimiento a la conducta extraordinaria o virtud cívica ejemplificada por españoles y extranjeros, en beneficio de la Nación española o de quienes contribuyan de manera significativa manera de fomentar la amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la comunidad internacional.” Está firmado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Rey de España.
Rodríguez dijo que el honor significa mucho para ella porque se siente una embajadora de la cultura española.
Rodríguez, nacida en La Habana, encontró la danza a una edad temprana y rápidamente se hizo notar por su talento. Tiene una maestría en estudios teóricos de la danza y una licenciatura en artes escénicas (actuación) de la Universidad Nacional de las Artes en La Habana.
Sus créditos docentes y coreográficos son amplios e incluyen la Academia Nacional de Danza Española. Creó la Academia Profesional de Danza Española y la Escuela Vocacional de Danza en Cuba, cuyo éxito la llevó a convertirse en la representante de la Escuela Flamenca de Andalucía en Cuba.
Como coreógrafa, ha ganado varios premios internacionales.
Si bien se formó en ballet clásico y estilos contemporáneos de danza, el flamenco es la pasión de Rodríguez. Aprecia el aspecto narrativo del baile y la expresión de muchas emociones. Se inspira en la literatura y el arte para incorporarlo a la danza.
“Cuando eres bailaor flamenco, también eres músico, porque percusionamos con los pies y las castañuelas”.
“Rodríguez es una bailarina intensa y exigente; la palabra fogosa, tan usada con respecto al flamenco, le sienta muy bien”, escribió The New York Times sobre ella cuando actuó con su compañía en el Teatro Joyce en 2016.
En Tampa, Rodríguez planea seguir enseñando y crear un estudio más grande. Sueña con actuar con The Florida Orchestra y en Tampa Theatre y The Dalí Museum. Ha encontrado una comunidad de personas que, según dijo, están trabajando arduamente para desarrollar la cultura y la danza en el área.
“Necesitamos hacer más festivales y más representaciones en espacios abiertos y teatros”, dijo. “Me encantaría ser parte y contribuir con el arte para (hacer) posible esta explosión”.